Personalmente creo que una de las partes más agradables de nuestra profesión es mantener una conversación abierta y amena con nuestros pacientes.
En general esixten varios puntos de vista en relación a la terapia física y lo que ésta lleva implicita, pero, seguramente no existe otra opinión tan sincera y real como la de los pacientes, pues es con ellos con quienes interactuamos la mayor parte del tiempo.
Hace pocos días tuve la oportunidad de mantener una de éstas conversaciones con un paciente, y para mi fue realmente gratificante el escucharlo decir que nuestra profesión es extraordinaria, por todos los campos que abarca o como el paciente dijo "porque atienden a niñitos o a los viejitos como yo", pero más alla de que sienten mejoría a través de nuestras manos y otros equipos empleados lo que para éste paciente marca la diferencia y hace a nuestra profesión somos todos nosotros, de ahí parte la importancia de procurar ser mejores profesionales y personas cada día, y tener en cuenta que no solo se requiere tener la mayor cantidad de conocimientos posibles, sino saber tratar a un paciente y conseguir que en cada terapia sienta que se le brinda el trato que se merece y no sea visto como una patología a tratar.