Debido al marcado progreso que se ha producido ha nivel tecnológico, se han ido creando cada vez equipos e instrumentos más sofisticados para las diferentes áreas de trabajo; en lo que ha Terapia Física respecta la profesión cuenta con un sinumero de equipos como el ultrasonido, las ondas de choque, la electroestimulación, entre otros, a los que se les atribuyen una serie de efectos beneficiosos para el paciente, sin embargo quienes nos encontramos involucrados en ésta profesión debemos estar consientes y sobre todo claros en que éstos equipos constituyen un complemento de soporte en una terapia determinada, más no el determinante del progreso de un paciente y mucho menos el desencadenante de su recuperación.
La recuperación de un paciente evidentemente depende de una serie de factores y probablemente uno de los más influyentes resulta ser su terapeuta físico, con ésto no me refiero al renombre que él mismo pueda tener, sino a la predisposición que tenga para trabajar, la entrega para con su paciente y obviamente todo su conocimiento; resulta importante señalar que la empatía que se crea entre terapeuta-paciente se convierte un punto clave para alcanzar una pronta mejoría del mismo porque esto crea un ambiente de confianza y seguridad.
Por otro lado nadie mejor que nosotros para saber que ningún instrumento o equipo puede reemplazar a nuestras manos, y a lo que éstas pueden llegar a lograr con una adecuada base de conocimientos y con la aplicación correcta de una técnica determinada.
Si tomamos en cuenta todos éstos pequeños detalles seguramente logremos marcar la diferencia al relacionarnos y tratar a un paciente, con la firme convicción que nadie mejor que un ser humano para ayudar a otro ser humano.
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